viernes, agosto 09, 2019

Cantando bajo la lluvia


El verano nos permite hacer muchas cosas. Podemos descansar, viajar, ir al gimnasio, leer, tocar un instrumento, ver películas que tenemos aparcadas… Muchas cosas. Y yo estoy intentando hacerlas todas.

De hecho, en Oviedo está habiendo una iniciativa muy interesante, titulada “Cine a la luz de la luna”, que consiste en proyectar películas, algunas clásicas, otras recientes, en enclaves de la ciudad durante la noche. Y nosotros decidimos acercarnos a ver Cantando bajo la lluvia.

No voy a mentir. Yo ni siquiera sabía de qué iba. Sabía que era un musical y había visto por la tele un montón de veces el número clásico de Gene Kelly, pero nada más. Ni siquiera sabía que era una comedia. Por todo ello, la vi con mucha curiosidad.

Y me encontré con una película que me gustó mucho más de lo que me esperaba. Un ejercicio de cine dentro del cine que juega con la música y el baile como elementos narrativos al mismo nivel que los diálogos, lo que enriquece el resultado final.

Con la excusa de mostrar el paso del cine mudo al cine sonoro y todas las transformaciones a las que obligó en la propia actividad cinematográfica, nos presenta a una serie de personajes inteligentes, incluso cínicos en algunos momentos, que van buscando su sitio en ese nuevo cine que está surgiendo. Además, muestra también la manera en la que se veía a los actores cine cuando todavía era mudo frente a la imagen de los actores de verdad, que eran los de teatro.

Pero aparte de todas estas reflexiones, es una peli muy entretenida que nos hará pasar un rato muy chulo.
Vedla, disfrutadla… y compraos un chubasquero amarillo.  

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