Hola a todo el
mundo:
Estamos en un
momento muy delicado, en plena campaña electoral y con todos los
partidos, los tradicionales y los emergentes, peleando por
convencernos de que son los mejores y, sobre todo, de que van a ser
los mejores si ganan las próximas elecciones.
Sin embargo, yo
ahora me encuentro en un momento en el que no sé ni remotamente a
quién puedo votar, pero, como sí tengo a quién no voy a votar, me
gustaría recordar algunas cosas que nos han hecho nuestro amigo
Rajoy y sus chicos durante los últimos cuatro años, para que a
nadie les engañe su retórica mentirosa e interesada.
Llegaron hablando de
una “herencia recibida” que nunca ha desparecido de su discurso,
refiriéndose hasta el hastío a unos datos del déficit que, si bien
eran ciertos, eran no solo culpa del Gobierno anterior, porque buena
parte del déficit se debía al déficit de las Comunidades
Autónomas, la mayoría de ellas gobernadas por el PP.
Siguieron aprobando
una reforma laboral que ha abaratado el despido, precarizado el
empleo que se mantiene y que ha institucionalizado la desigualdad y
la aparición de trabajadores pobres.
Han llevado a cabo
unos recortes salvajes en servicios básicos como Sanidad, Educación
o Dependencia, amparándose en la necesidad de austeridad. Se les
olvida que hay muchas otras partidas presupuestarias de las que se
podría haber recortado (coches oficiales, sueldos de altos cargos y
de asesores de confianza, Senado, Diputaciones provinciales…) sin
poner en riesgo ni la vida ni el futuro de la ciudadanía.
Han subido el IVA,
lo que ha afectado al consumo y, lógicamente, a los ingresos del
Estado en forma de impuestos. Por no hablar, claro, de las
consecuencias para las empresas de todo tipo que han visto reducidos
sus beneficios por la reducción de las ventas debidas a ese
incremento del IVA.
Han aprobado la
llamada Ley Mordaza, con la que se está poniendo límites a una
serie de libertades, empezando por la libertad de expresión, algo
que no debería ni siquiera plantearse en un país democrático. Y
también aprobaron una ley educativa, la LOMCE (también llamada “Ley
Wert”), que seguramente será considerada la ley más dañina para
la educación de este país, y cuyas consecuencias pagaremos durante
mucho tiempo.
Desde un punto de
vista menos inmediato, han dejado de cumplir la Ley de Memoria
Histórica (un Gobierno saltándose la ley, ¿os parece normal?), y
encima lo hacen diciendo que “no hay que abrir viejas heridas”,
dando por hecho que las heridas de quienes no han podido enterrar a
sus muertos están cerradas.
Todas estas cosas se
me ocurren sin pensar, sin ni siquiera intentar hacer un texto
completo con todos los desmanes llevados a cabo por Rajoy y sus
secuaces. Sin embargo, creo que es suficiente para concluir que el
suyo no ha sido un buen Gobierno.
Puedo aceptar que
digamos que Zapatero fue un mal gobernante, sobre todo durante su
segunda legislatura. Pero Rajoy no es malo: es directamente
destructivo. Su Gobierno va a ser recordado como el que destrozó el
Estado del bienestar en España.
Y por eso, cuando el
domingo vayáis a votar, recordad todo esto. Por nuestro bien.
Que no nos engañen
con sus mentiras.
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