martes, diciembre 15, 2015

Que no nos engañen

Hola a todo el mundo:
Estamos en un momento muy delicado, en plena campaña electoral y con todos los partidos, los tradicionales y los emergentes, peleando por convencernos de que son los mejores y, sobre todo, de que van a ser los mejores si ganan las próximas elecciones.
Sin embargo, yo ahora me encuentro en un momento en el que no sé ni remotamente a quién puedo votar, pero, como sí tengo a quién no voy a votar, me gustaría recordar algunas cosas que nos han hecho nuestro amigo Rajoy y sus chicos durante los últimos cuatro años, para que a nadie les engañe su retórica mentirosa e interesada.
Llegaron hablando de una “herencia recibida” que nunca ha desparecido de su discurso, refiriéndose hasta el hastío a unos datos del déficit que, si bien eran ciertos, eran no solo culpa del Gobierno anterior, porque buena parte del déficit se debía al déficit de las Comunidades Autónomas, la mayoría de ellas gobernadas por el PP.
Siguieron aprobando una reforma laboral que ha abaratado el despido, precarizado el empleo que se mantiene y que ha institucionalizado la desigualdad y la aparición de trabajadores pobres.
Han llevado a cabo unos recortes salvajes en servicios básicos como Sanidad, Educación o Dependencia, amparándose en la necesidad de austeridad. Se les olvida que hay muchas otras partidas presupuestarias de las que se podría haber recortado (coches oficiales, sueldos de altos cargos y de asesores de confianza, Senado, Diputaciones provinciales…) sin poner en riesgo ni la vida ni el futuro de la ciudadanía.
Han subido el IVA, lo que ha afectado al consumo y, lógicamente, a los ingresos del Estado en forma de impuestos. Por no hablar, claro, de las consecuencias para las empresas de todo tipo que han visto reducidos sus beneficios por la reducción de las ventas debidas a ese incremento del IVA.
Han aprobado la llamada Ley Mordaza, con la que se está poniendo límites a una serie de libertades, empezando por la libertad de expresión, algo que no debería ni siquiera plantearse en un país democrático. Y también aprobaron una ley educativa, la LOMCE (también llamada “Ley Wert”), que seguramente será considerada la ley más dañina para la educación de este país, y cuyas consecuencias pagaremos durante mucho tiempo.
Desde un punto de vista menos inmediato, han dejado de cumplir la Ley de Memoria Histórica (un Gobierno saltándose la ley, ¿os parece normal?), y encima lo hacen diciendo que “no hay que abrir viejas heridas”, dando por hecho que las heridas de quienes no han podido enterrar a sus muertos están cerradas.
Todas estas cosas se me ocurren sin pensar, sin ni siquiera intentar hacer un texto completo con todos los desmanes llevados a cabo por Rajoy y sus secuaces. Sin embargo, creo que es suficiente para concluir que el suyo no ha sido un buen Gobierno.
Puedo aceptar que digamos que Zapatero fue un mal gobernante, sobre todo durante su segunda legislatura. Pero Rajoy no es malo: es directamente destructivo. Su Gobierno va a ser recordado como el que destrozó el Estado del bienestar en España.
Y por eso, cuando el domingo vayáis a votar, recordad todo esto. Por nuestro bien.
Que no nos engañen con sus mentiras.

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