Hola a todo el
mundo:
Finalmente el verano ha terminado, y con él, mi sana costumbre de no hablar
de la realidad en este blog. Pero, para ir entrando en materia, ahora
voy a comentar para vosotr@s el último libro que terminé, uno que
me llevó bastante tiempo: El Capital.
Sí, me acabo de
leer El Capital, cuyo primer tomo escribió Karl Marx (1818-1883) en solitario, y los
otros dos, ya póstumos para él, fueron completados por su colaborador
Engels. Y me lo leí, no solo por una cuestión meramente cultural,
histórica o incluso política, sino porque estoy cansado de la gente
que habla de él, para citarlo o para criticarlo, sin ni siquiera
haberlo leído.
A lo largo de sus
páginas, llenas de conceptos muy densos y de fórmulas muy
complicadas, el autor hace una reflexión sobre la economía del
siglo XIX muy atinada, dejando precisamente que sea eso, la economía,
la que sirva para explicar la situación de los trabajadores a través de su crítica a economistas como Adam Smith o David Ricardo.
Así, el autor habla
de dos cuestiones muy importantes: por un lado, la cuestión relativa
a la explotación de la clase trabajadora, y por otro, la cuestión
de definir el concepto de plusvalía, que sería el dinero que el
trabajador produce con su trabajo y del que se apropia el empresario.
Dicho en otras palabras, sería la materialización de un trabajo no
pagado.
Este texto, denso y
complejo, es algo que cualquiera mínimamente interesado en la
economía debería leer, independientemente de que esté a favor o en
contra de las posturas políticas de Marx, porque es una reflexión
muy interesante sobre el hecho de que la economía sea tan
determinante en la situación de los trabajadores y, por tanto, de
toda la sociedad, no solo entonces, sino incluso hoy.
O sea, que es un
libro que nos debe servir para reflexionar sobre la economía y su
papel en la sociedad.
También en la
sociedad actual.
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