Este fin de semana,
C. y yo nos acercamos a ver The Hole a Oviedo. Por si alguien no lo
sabe, The Hole es un espectáculo en el que se mezclan el teatro, el
cabaret burlesque y en algunos momentos, también el circo, todo ello
aderezado con música, mucho humor, a veces irreverente, y altas dosis de
provocación e incluso erotismo.
Pero sobre todo, es
un espectáculo divertido, en el que sus dos horas de duración se
nos pasan en un suspiro sin que tengamos necesidad de mirar el reloj
más que durante el intermedio, y más bien por la impaciencia porque
se reanude el espectáculo.
Desde luego, también
os digo que el show no es para todo el mundo. El humor que, como dije
antes, a veces es irreverente, aunque a nosotros nos entusiasmó,
puede que haya personas a las que no les haga maldita gracia. Y los
artistas (muy) ligeros de ropa pueden incomodar a determinadas
personas, especialmente en las primeras filas que son, por supuesto,
las que se van a encontrar con la interacción de los actores y
actrices.
Cuando nos dimos
cuenta, los nueve hombres y cinco mujeres del elenco, junto a
Cristóbal (que no diré qué o quién es para no estropear la
sorpresa a quienes vayáis a ver The Hole), estaban ofreciéndonos el
último número y nos dejaban con ganas de más música, baile,
provocación, humor y, en general, espectáculo.
Hay que verlo, pero
recordad, lo que pasa en The Hole… se queda en The Hole.