Después de varios días sin poder escribir, hoy vuelvo a tener unos minutos para dedicaros. Y el tema de hoy es bastante fácil de adivinar: La querella que le han puesto a Garzón.
A estas alturas de la película, creo que nadie piensa ya que esto se lleva a cabo por un defecto de forma. Si fuera así, simplemente se habría paralizado el proceso que él está llevando a cabo investigando los crímenes del Franquismo y se acabó. No sería necesario acusarlo del delito más grave al que se puede acusar a un juez, el de cohecho.
Esto es mucho más que un defecto de forma. Es una venganza personal contra alguien que cae muy gordo. Alguien que se atrevió a reabrir lo que se creía cerrado.
Ahora alguien (creo que sé quién) me hablará de la Ley de Amnistía. Pero recordemos que dicha ley es del año 1977, es decir, de antes de la Constitución. Sí, es la única ley en vigor que data de antes de la Carta Magna. Y es una ley que, a nivel internacional, está considerada como una simple ley de punto final, y por lo tanto, tan digna de ser revocada como lo fue, por ejemplo, la ley de punto final argentina.
Y por eso hay tanta perplejidad en el resto del mundo. Porque nadie entiende que se juzgue al juez que busca juzgar los crímenes de una dictadura. Máxime cuando el partido que se querelló contra él es el antiguo partido único de dicha dictadura.
El mundo al revés.
Pero eso sí, menos mal que ya hay jueces extranjeros que hablan de seguir con lo que Garzón empezó.
Porque la verdad debe salir a la luz.
A estas alturas de la película, creo que nadie piensa ya que esto se lleva a cabo por un defecto de forma. Si fuera así, simplemente se habría paralizado el proceso que él está llevando a cabo investigando los crímenes del Franquismo y se acabó. No sería necesario acusarlo del delito más grave al que se puede acusar a un juez, el de cohecho.
Esto es mucho más que un defecto de forma. Es una venganza personal contra alguien que cae muy gordo. Alguien que se atrevió a reabrir lo que se creía cerrado.
Ahora alguien (creo que sé quién) me hablará de la Ley de Amnistía. Pero recordemos que dicha ley es del año 1977, es decir, de antes de la Constitución. Sí, es la única ley en vigor que data de antes de la Carta Magna. Y es una ley que, a nivel internacional, está considerada como una simple ley de punto final, y por lo tanto, tan digna de ser revocada como lo fue, por ejemplo, la ley de punto final argentina.
Y por eso hay tanta perplejidad en el resto del mundo. Porque nadie entiende que se juzgue al juez que busca juzgar los crímenes de una dictadura. Máxime cuando el partido que se querelló contra él es el antiguo partido único de dicha dictadura.
El mundo al revés.
Pero eso sí, menos mal que ya hay jueces extranjeros que hablan de seguir con lo que Garzón empezó.
Porque la verdad debe salir a la luz.
2 comentarios:
En facebook te pondría: Me gusta.
Aquí te añada que sin ninguna duda se investiga a Garzón porque se ha atrevido a poner en la picota al único viejo partido de la dictadura. Al haberse realizado la transición desde arriba, es decir, con el consentimiento de los "herederos" creyeron que todo había quedado "bien atado" como les decía su padre "Paco"... Si a eso añadimos que el poder judicial en su mayoría está formado por viejas glorias herederas del régimen uno lo ve blanco y en botella. Y yo me sigo preguntando: ¿acaso no estaban separados los tres poderes?, ¿o me está fallando la memoria?. ;)
¿Sabes cuál creo yo que es el problema? Pues que Garzón nació en España.
Sí, porque si hubiera nacido en Francia, Alemania, el Reino Unido, o, en general, en algún país menos de pandereta, esta situación no estaría pasando. Pero tuvo la puñetera mala suerte de ser de aquí. De un país donde el que cumple las leyes y las normas es un pringao y los referentes son los corruptos. Donde todo el mundo quiere currar lo menos posible y al que cumple con su trabajo, en vez de premiarlo, se le hace la pascua porque es un mal ejemplo y deja mal a los demás. Donde todo está politizado (si Aristóteles y Montesquieu levantaran la cabeza...), pero las discusiones políticas se zanjan como si se estuviera intentando convencer a uno del Madrid de que se hiciera del Barça.
Y claro, así nos va.
Un beso.
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