Tan atareado estaba estos últimos días que casi se me olvida que el año 2009 está a punto de concluir. Y por eso toca hacer balance de lo mejor y de lo peor de este año.
Empecemos por la Literatura. Ya os comentaba hace más o menos un año que tengo la sana costumbre de elegir uno de los libros que leo cada año para nombrarlo mi "Libro del Año". Sin embargo este año, siendo uno de los que más libros he leído en mi vida, leí poca ficción, de modo que me cuesta elegir uno. Pero es que incluso si incluyera también la no-ficción, me costaría, porque leí muchos muy interesantes.
Sería muy fácil elegir, dentro de la ficción, Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, que lo leí hace algunos meses (y desde hace unos pocos días, estoy con su segunda parte, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina). Pero no quiero hacerlo porque, aunque se trata de un libro muy entretenido, no estoy seguro de que pase la prueba del tiempo y de que dentro de dos años recordemos quién era el bueno de Larsson o cualquiera de sus personajes. Así que lanzo una moneda al aire y elijo como "Libro del Año" After Dark, de Haruki Murakami, esperando que el año que viene me traiga más ficción recomendable. No obstante, sin ser un libro espectacular, el de Murakami no está nada mal, y tiene por ahí unos cuantos pasajes en plan onírico que le dan mucho interés. Os recomendaría también que le echarais un vistazo a El crimen del Padre Amaro, de Eça de Queiroz, el primer libro del año que me gustó. Por otro lado, después de tanto escuchar hablar de Trainspotting, al final me decepcionó mucho.
En lo que se refiere a la no-ficción, no sería capaz de recomendaros un solo libro. Podría empezar por el Diario de Anna Frank, del que ya os hablé hace algunos meses y que sé que muchos ya habéis leido. Pero tendría que seguir con El malestar en la globalización, de Stiglitz, por fin un libro de Economía que se entiende, cosa que los legos en la materia agradecemos mucho. O podría seguir con Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson, libro de divulgación científica muy interesante, recomendable y divertido, que hace que podamos acercarnos a esa gran desconocida que es la Historia de la Ciencia entendiendo un montón de cosas de forma sencilla, clara y amena. Y por último os recomendaría leer Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman, por la evidente utilidad que tiene la Inteligencia Emocional para la vida en general, para la vida laboral en particular, para las relaciones sociales y, por qué no, hasta para seducir al sexo opuesto (o al propio, vaya, cada uno lo que le guste).
En lo que a Música se refiere, es difícil elegir un disco del año. En España, el de Barricada está muy bien, el de la Bon Scott Band es muy bueno, pero cuesta entrarle (no olvidemos que estos chicos hacen versiones de AC/DC, y este disco en concreto consiste en versionar canciones clásicas del Rock español, adaptándolas al estilo de AC/DC, y no veas lo que flipa uno cuando oye algo que podría ser una versión de Los Suaves hecha por Angus y compañía); el de Saratoga todavía no lo escuché, el de Sabina me suena a más de lo mismo... No sé. No tengo argumentos suficientes.
Entre los grupos extranjeros, el Endgame de Megadeth es un discazo. Pero el Sonic Boom de Kiss mola mucho también, el World Painted Blood de Slayer es una bomba de relojería que rezuma caña por cada uno de sus poros, y ahora mismo estoy escuchando el Winter Songs, último disco en solitario de Rob Halford (el cantante de Judas Priest) y, a pesar de ser un disco de villancicos (sí, de villancicos Heavys, eso sí que es turrón duro), es una pasada. Escuchad los cuatro, pero empezad por el de Megadeth.
En lo que se refiere a conciertos, este año, como habeis leído en este blog, fui a unos cuantos, y, sin duda, el mejor fue el de In Extremo en marzo, seguido del de Hamlet. Pero me lo pasé pipa en todos, jejeje.
Y llegamos al Cine. Ay, el cine. Este año fui poco a las salas, así que si os digo que la peli que más me gustó fue Malditos Bastardos, la última de Tarantino, no estaría siendo honrado. Sobre todo porque no vi casi nada más. Eso sí, prometo ver Ágora y Celda 211 antes de que el año termine. Y si puedo ver también Paranormal Activity, mejor.
En lo que se refiere a la Actualidad, la cosa está chunga. Porque este año llegué a la conclusión de que en este país no nos merecemos los políticos que tenemos. Necesitamos un Gobierno que, cuando toma una decisión, la explique para que la gente la entienda, y que si, esa decisión es impopular, sepa defenderla y justificar por qué la toma. Pero éste no lo hace. Y encima, le salen marrones por todos lados, como el del Alakrana o el de Aminetu Haidar. Que lo de este último caso ya es la leche. Que se junta que la tía no quiso aceptar ninguna de las soluciones que le propuso el Gobierno con que no se quiere mosquear a Marruecos y con que tenemos ahí al PP basando su labor en un continuo "NO" a cualquier cosa que proponga la Moncloa.
Que ésa es otra. ¿No se os ocurrió pensar que si Gobierno y oposición llegaran a un acuerdo (o al menos a un simple pacto de no-agresión) para tirar en la misma dirección saldríamos antes de la crisis? Eso es lo que diferencia a los políticos de este país de los de otros países de Europa. Y así nos va, claro.
Y que nadie me pregunte un personaje del año, por favor.
Bueno, ya sólo queda decir eso de "Feliz Navidad y próspero Año Nuevo".
Nos vemos.
Empecemos por la Literatura. Ya os comentaba hace más o menos un año que tengo la sana costumbre de elegir uno de los libros que leo cada año para nombrarlo mi "Libro del Año". Sin embargo este año, siendo uno de los que más libros he leído en mi vida, leí poca ficción, de modo que me cuesta elegir uno. Pero es que incluso si incluyera también la no-ficción, me costaría, porque leí muchos muy interesantes.
Sería muy fácil elegir, dentro de la ficción, Los hombres que no amaban a las mujeres, de Stieg Larsson, que lo leí hace algunos meses (y desde hace unos pocos días, estoy con su segunda parte, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina). Pero no quiero hacerlo porque, aunque se trata de un libro muy entretenido, no estoy seguro de que pase la prueba del tiempo y de que dentro de dos años recordemos quién era el bueno de Larsson o cualquiera de sus personajes. Así que lanzo una moneda al aire y elijo como "Libro del Año" After Dark, de Haruki Murakami, esperando que el año que viene me traiga más ficción recomendable. No obstante, sin ser un libro espectacular, el de Murakami no está nada mal, y tiene por ahí unos cuantos pasajes en plan onírico que le dan mucho interés. Os recomendaría también que le echarais un vistazo a El crimen del Padre Amaro, de Eça de Queiroz, el primer libro del año que me gustó. Por otro lado, después de tanto escuchar hablar de Trainspotting, al final me decepcionó mucho.
En lo que se refiere a la no-ficción, no sería capaz de recomendaros un solo libro. Podría empezar por el Diario de Anna Frank, del que ya os hablé hace algunos meses y que sé que muchos ya habéis leido. Pero tendría que seguir con El malestar en la globalización, de Stiglitz, por fin un libro de Economía que se entiende, cosa que los legos en la materia agradecemos mucho. O podría seguir con Una breve historia de casi todo, de Bill Bryson, libro de divulgación científica muy interesante, recomendable y divertido, que hace que podamos acercarnos a esa gran desconocida que es la Historia de la Ciencia entendiendo un montón de cosas de forma sencilla, clara y amena. Y por último os recomendaría leer Inteligencia Emocional, de Daniel Goleman, por la evidente utilidad que tiene la Inteligencia Emocional para la vida en general, para la vida laboral en particular, para las relaciones sociales y, por qué no, hasta para seducir al sexo opuesto (o al propio, vaya, cada uno lo que le guste).
En lo que a Música se refiere, es difícil elegir un disco del año. En España, el de Barricada está muy bien, el de la Bon Scott Band es muy bueno, pero cuesta entrarle (no olvidemos que estos chicos hacen versiones de AC/DC, y este disco en concreto consiste en versionar canciones clásicas del Rock español, adaptándolas al estilo de AC/DC, y no veas lo que flipa uno cuando oye algo que podría ser una versión de Los Suaves hecha por Angus y compañía); el de Saratoga todavía no lo escuché, el de Sabina me suena a más de lo mismo... No sé. No tengo argumentos suficientes.
Entre los grupos extranjeros, el Endgame de Megadeth es un discazo. Pero el Sonic Boom de Kiss mola mucho también, el World Painted Blood de Slayer es una bomba de relojería que rezuma caña por cada uno de sus poros, y ahora mismo estoy escuchando el Winter Songs, último disco en solitario de Rob Halford (el cantante de Judas Priest) y, a pesar de ser un disco de villancicos (sí, de villancicos Heavys, eso sí que es turrón duro), es una pasada. Escuchad los cuatro, pero empezad por el de Megadeth.
En lo que se refiere a conciertos, este año, como habeis leído en este blog, fui a unos cuantos, y, sin duda, el mejor fue el de In Extremo en marzo, seguido del de Hamlet. Pero me lo pasé pipa en todos, jejeje.
Y llegamos al Cine. Ay, el cine. Este año fui poco a las salas, así que si os digo que la peli que más me gustó fue Malditos Bastardos, la última de Tarantino, no estaría siendo honrado. Sobre todo porque no vi casi nada más. Eso sí, prometo ver Ágora y Celda 211 antes de que el año termine. Y si puedo ver también Paranormal Activity, mejor.
En lo que se refiere a la Actualidad, la cosa está chunga. Porque este año llegué a la conclusión de que en este país no nos merecemos los políticos que tenemos. Necesitamos un Gobierno que, cuando toma una decisión, la explique para que la gente la entienda, y que si, esa decisión es impopular, sepa defenderla y justificar por qué la toma. Pero éste no lo hace. Y encima, le salen marrones por todos lados, como el del Alakrana o el de Aminetu Haidar. Que lo de este último caso ya es la leche. Que se junta que la tía no quiso aceptar ninguna de las soluciones que le propuso el Gobierno con que no se quiere mosquear a Marruecos y con que tenemos ahí al PP basando su labor en un continuo "NO" a cualquier cosa que proponga la Moncloa.
Que ésa es otra. ¿No se os ocurrió pensar que si Gobierno y oposición llegaran a un acuerdo (o al menos a un simple pacto de no-agresión) para tirar en la misma dirección saldríamos antes de la crisis? Eso es lo que diferencia a los políticos de este país de los de otros países de Europa. Y así nos va, claro.
Y que nadie me pregunte un personaje del año, por favor.
Bueno, ya sólo queda decir eso de "Feliz Navidad y próspero Año Nuevo".
Nos vemos.
5 comentarios:
Gracias Pablo. Tus post son siempre recomendables. Un abrazo
No fue un año muy brillante, pero seguro que el proximo sera mas bueno de lo que aparenta.
Feliz Año 2010 Pablo, que lo pases muy bien.
Eso espero (eso esperamos todos, jejeje).
Feliz 2010.
Yo no se cual sería mi disco del año, pero mi grupo del año sería sin duda Beethoven R.
Feliz 2010
Hola, Tady, gracias por pasarte por aquí.
Hombre, yo a Beethoven R. les perdí la pista hace ya algún tiempo (los seguí cuando sus primeros discos, pero luego dejé de escuharlos), así que no sé qué decir sobre ellos, jejeje.
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