- Mamá, ¿dónde están mis botas?
- En el trastero. Las guardé allí porque no creo que por el verano te sean muy útiles.
- Pues nada, tendré que subir a buscarlas.
(Un rato después...)
- Nada, no las encuentro, voy de zapatillas.
¿A qué venía esta conversación? - puede que pregunte alguien.
Pues esta conversación (que no es más que un intento de desmitificar al rockero, je, je, que hasta Ozzy Osbourne tuvo padres) la tuve ayer con mi señora madre, y viene a que anoche, la noche del 30 de agosto, había concierto y quería ir... elegante. Tocaban La Fuga en el Parque de La Paz de Lugones (al lado de Oviedo, pero en el concejo de Siero).
Así que, con calaveras en mi pecho, me dirigí con mis colegas al lugar.
Tenía algo de miedo por ver cómo sería la actuación. Ha pasado mucho tiempo desde que los de Reinosa eran unos chavaletes con ganas de tocar Rock y de disfrutar. Desde entonces han ganado en experiencia y se han pasado al lado más comercial (más mainstream, que dirían los pedantes) de la música, con todo cuanto de bueno y de malo tiene eso. Por ello, no estaba seguro de que Rulo y los suyos hicieran un concierto duro. Pero había que estar allí.
Además, por primera vez y sin que sirva de precedente, no llovió en los conciertos de Lugones, lo cual es bueno. Pero había llovido por la tarde, de modo que aquello estaba muy embarrado. Y así acabamos, claro.
A las once y veinticinco se subieron a las tablas los teloneros, Pablo Valdés & The Crazy Lovers, con su música de corte norteamericano y clasicote, ideal para disfrutarla con un Jack Daniel's en la mano en un garito de Nueva Orleans. Con muchas ganas, trataron de calentar el ambiente de la mejor manera que pudieron, pero se enfrentaron a lo mismo a lo que se enfrentan todos los teloneros: a un público que no es el suyo, que no tiene interés por su música y que, con bastante mala baba, los insultaba y les decía que se fueran a su casa. Pero yo os digo que son muy recomendables.
Mientras se desmontaba la batería de Pablo Valdés & The Crazy Lovers y se preparaba todo lo necesario para la actuación de La Fuga, por los altavoces sonaban canciones de AC/DC y alguna de Iron Maiden. No sabía que esa música de ambiente era toda una declaración de intenciones (además, fijo que mucha gente de la que estaba allí no iba a escuchar esas canciones en otra ocasión, así que es bueno que se culturicen, je, je).
Y entonces, a eso de las doce y media o la una menos algo, las luces se apagaron, el escenario se fue inundando de luz violeta y sonaba como intro una música que mi colega Boni identificó como la de la peli Gladiator. Entonces, "Desde Reinosa (...) La Fuga", dijo Rulo, y dio comienzo un concierto de ROCK con mayúsculas, con cuatro tíos subidos al escenario, con muchas ganas de pasarlo bien y de hacer ruido.
Empezaron con "Los Molinos", para seguir con "En vela" y "Despacito". Fueron cayendo temas como "Los de siempre", "Majareta", "El manual",... sin concesiones, sin parar, con rabia, tocando Rock n' Roll desde las tripas, con los músicos saltando, corriendo por el escenario y, sobre todo, disfrutando. Como hacen los grandes. Ganándose al público.
"Jaleo", "No sólo respirar", "Pa' volar", "Trampas al sol",... No paran, disfrutan y nos hacen disfrutar, saltamos, cantamos, gritamos. Momento intimista con la balada dedicada a la ciudad de Buenos Aires, "Capital Federal", interpretada por Rulo solo en el escenario con la guitarra acústica.
"Hasta nunca", "Sueños de papel", "Nunca mais", "Miguel", "Por verte sonreir", "Balada del despertador"... En algunas, Rulo cambia la letra un poco y, con mucha buena voluntad, intenta cantar en asturiano, lo cual sirvió para que las tipas que estaban detrás de mí (que por cierto, antes habían insultado a los teloneros) se rieran de él. Primera despedida con "Pedazo de morón" y se van del escenario.
La primera tanda de bises fue con "Buscando en la basura", "Baja por diversión", y para despedirse por segunda vez, la versión de Los Calis, "Heroína". La gente se iba, pero es absurdo... ¿Cómo van a acabar con una canción de otro grupo? Además, falta un tema, coño. Los que los escuchamos desde hace tiempo lo sabemos. ¿Cómo nos van a dejar sin escuchar...?
"P'aquí, p'allá", por supuesto, con ésa volvieron y con esa se despidieron. Y antes de irse, ya después de soltar los instrumentos, empezaron a cantar el "Asturias, patria querida", para que la siguiéramos nosotros. Y lo hicimos, claro, mientras ellos escanciaban sidra en el escenario. Y cuando salíamos, por los altavoces sonaba "Hells Bells" de AC/DC...
Y por eso titulo este texto "Corazón de Rock n' Roll", porque eso fue lo que hicieron, Rock de verdad, sin concesiones, con ganas y dispuestos a comerse el mundo. Dispuestos a divertir y a divertirse, y así se hace un buen concierto.
Y ahora, id a ver el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya hay uno nuevo.
- En el trastero. Las guardé allí porque no creo que por el verano te sean muy útiles.
- Pues nada, tendré que subir a buscarlas.
(Un rato después...)
- Nada, no las encuentro, voy de zapatillas.
¿A qué venía esta conversación? - puede que pregunte alguien.
Pues esta conversación (que no es más que un intento de desmitificar al rockero, je, je, que hasta Ozzy Osbourne tuvo padres) la tuve ayer con mi señora madre, y viene a que anoche, la noche del 30 de agosto, había concierto y quería ir... elegante. Tocaban La Fuga en el Parque de La Paz de Lugones (al lado de Oviedo, pero en el concejo de Siero).
Así que, con calaveras en mi pecho, me dirigí con mis colegas al lugar.
Tenía algo de miedo por ver cómo sería la actuación. Ha pasado mucho tiempo desde que los de Reinosa eran unos chavaletes con ganas de tocar Rock y de disfrutar. Desde entonces han ganado en experiencia y se han pasado al lado más comercial (más mainstream, que dirían los pedantes) de la música, con todo cuanto de bueno y de malo tiene eso. Por ello, no estaba seguro de que Rulo y los suyos hicieran un concierto duro. Pero había que estar allí.
Además, por primera vez y sin que sirva de precedente, no llovió en los conciertos de Lugones, lo cual es bueno. Pero había llovido por la tarde, de modo que aquello estaba muy embarrado. Y así acabamos, claro.
A las once y veinticinco se subieron a las tablas los teloneros, Pablo Valdés & The Crazy Lovers, con su música de corte norteamericano y clasicote, ideal para disfrutarla con un Jack Daniel's en la mano en un garito de Nueva Orleans. Con muchas ganas, trataron de calentar el ambiente de la mejor manera que pudieron, pero se enfrentaron a lo mismo a lo que se enfrentan todos los teloneros: a un público que no es el suyo, que no tiene interés por su música y que, con bastante mala baba, los insultaba y les decía que se fueran a su casa. Pero yo os digo que son muy recomendables.
Mientras se desmontaba la batería de Pablo Valdés & The Crazy Lovers y se preparaba todo lo necesario para la actuación de La Fuga, por los altavoces sonaban canciones de AC/DC y alguna de Iron Maiden. No sabía que esa música de ambiente era toda una declaración de intenciones (además, fijo que mucha gente de la que estaba allí no iba a escuchar esas canciones en otra ocasión, así que es bueno que se culturicen, je, je).
Y entonces, a eso de las doce y media o la una menos algo, las luces se apagaron, el escenario se fue inundando de luz violeta y sonaba como intro una música que mi colega Boni identificó como la de la peli Gladiator. Entonces, "Desde Reinosa (...) La Fuga", dijo Rulo, y dio comienzo un concierto de ROCK con mayúsculas, con cuatro tíos subidos al escenario, con muchas ganas de pasarlo bien y de hacer ruido.
Empezaron con "Los Molinos", para seguir con "En vela" y "Despacito". Fueron cayendo temas como "Los de siempre", "Majareta", "El manual",... sin concesiones, sin parar, con rabia, tocando Rock n' Roll desde las tripas, con los músicos saltando, corriendo por el escenario y, sobre todo, disfrutando. Como hacen los grandes. Ganándose al público.
"Jaleo", "No sólo respirar", "Pa' volar", "Trampas al sol",... No paran, disfrutan y nos hacen disfrutar, saltamos, cantamos, gritamos. Momento intimista con la balada dedicada a la ciudad de Buenos Aires, "Capital Federal", interpretada por Rulo solo en el escenario con la guitarra acústica.
"Hasta nunca", "Sueños de papel", "Nunca mais", "Miguel", "Por verte sonreir", "Balada del despertador"... En algunas, Rulo cambia la letra un poco y, con mucha buena voluntad, intenta cantar en asturiano, lo cual sirvió para que las tipas que estaban detrás de mí (que por cierto, antes habían insultado a los teloneros) se rieran de él. Primera despedida con "Pedazo de morón" y se van del escenario.
La primera tanda de bises fue con "Buscando en la basura", "Baja por diversión", y para despedirse por segunda vez, la versión de Los Calis, "Heroína". La gente se iba, pero es absurdo... ¿Cómo van a acabar con una canción de otro grupo? Además, falta un tema, coño. Los que los escuchamos desde hace tiempo lo sabemos. ¿Cómo nos van a dejar sin escuchar...?
"P'aquí, p'allá", por supuesto, con ésa volvieron y con esa se despidieron. Y antes de irse, ya después de soltar los instrumentos, empezaron a cantar el "Asturias, patria querida", para que la siguiéramos nosotros. Y lo hicimos, claro, mientras ellos escanciaban sidra en el escenario. Y cuando salíamos, por los altavoces sonaba "Hells Bells" de AC/DC...
Y por eso titulo este texto "Corazón de Rock n' Roll", porque eso fue lo que hicieron, Rock de verdad, sin concesiones, con ganas y dispuestos a comerse el mundo. Dispuestos a divertir y a divertirse, y así se hace un buen concierto.
Y ahora, id a ver el nuevo capítulo de Sombra y Luz, que ya hay uno nuevo.
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