La venta de armas
mueve cada año grandes cantidades de dinero, a la vez que ocasiona la muerte de
cientos de miles de personas.
Entre las muchas
actividades económicas que existen en el mundo, una de las más importantes es
el comercio. Y una de sus vertientes más lucrativas es el comercio de armas.
Sin embargo, la venta de armas no se limita solo a la venta legal, sino que el
comercio ilegal es, si cabe, mucho más importante desde el punto de vista
económico que el legal.
El comercio legal
de armas
A nivel
internacional, el comercio de armas en general está controlado por los Estados
Unidos, Rusia, el Reino Unido y Francia, aunque países como Bélgica o España también
tienen importantes intereses en él. En lo que se refiere concretamente a las
armas ligeras, este comercio está controlado de nuevo por los Estados Unidos,
seguidos de Italia. En general, los países del llamado G-8 son los principales
exportadores de munición y materiales para los conflictos armados del mundo.
Durante el año 2002
hubo alrededor de seiscientos millones de armas ligeras y de pequeño calibre en
el mundo, que fueron responsables de unas 300.000 muertes en conflictos
armados, sobre todo en el Tercer Mundo. Y las municiones para estas armas
ligeras también proceden del mundo desarrollado y, por ejemplo, España es el octavo
exportador mundial de este tipo de municiones, y el primero en exportarlas
hacia el África Subsahariana.
Se produce así una
interesante paradoja y es que las mismas armas que matan a personas en los países
subdesarrollados alimentan a familias "respetables" en el Primer
Mundo.
El comercio ilegal
de armas
A los lugares a
los que el comercio legal de armas no puede llegar debido a la existencia de restricciones
o embargos, llega el tráfico ilegal, que suministra armamento a países
sometidos a embargo, a guerrillas y a grupos terroristas.
A partir de 1989,
con el final de la Guerra Fría, quedó un enorme stock de armamento,
tanto de procedencia norteamericana como de procedencia soviética, que en ese
momento resultaba innecesario a corto plazo. De este modo, ese armamento empezó
a ser utilizado como un elemento de intercambio en el mercado negro, comerciando
ilegalmente con unas armas que llegaron a zonas en conflicto, sobre todo en
África, donde se venden con el beneplácito de gobiernos corruptos y de
empresarios sin escrúpulos. De hecho, los alrededor de treinta conflictos
armados que hay en el mundo, sobre todo en África y Asia, son el mercado ideal
para este tipo de armas.
Este tráfico
ilegal está facilitado por dos circunstancias: Por un lado, por una
globalización que pone a disposición de los traficantes los instrumentos
necesarios para contactar con los potenciales compradores (y viceversa), y por
otro lado, por la corrupción de los países del Tercer Mundo, que es la que
permite desarrollar ese comercio. Se desarrollan así unos intercambios
totalmente incontrolables, que permiten que haya millones de armas ilegales en
el mundo.
En América Latina
este tráfico ilegal está fortaleciendo las estructuras del crimen organizado.
Por ejemplo, en México, la entrada de armas ilegales procedentes de los Estados
Unidos, gracias a una corrupción que está a ambos lados de la frontera, está
permitiendo que los cárteles de la droga se armen. En Brasil, por su parte, la
entrada ilegal de armas está facilitada por la falta de integración entre el
ejército y la Policía Federal, que son las fuerzas encargadas de controlar el
tráfico de armas en el país.
El tráfico de
armas y los derechos humanos
Como hizo notar
Roberto Saviano en su obra Gomorra, de la misma manera que el precio de la comida
en un restaurante de la cadena Macdonald's sirve para conocer el nivel de
desarrollo del país en que dicho restaurante se encuentre (es lo que los
analistas conocen como "índice Big Mac"), el precio al que se puede
obtener una metralleta AK-47, el célebre Kaláshnikov, permite saber hasta qué
punto se violan los derechos humanos en determinados países. De esta manera,
cuanto más corrompido se halle un Estado, menos dinero hará falta para obtener
esa arma.
Baste un ejemplo:
en Yemen se pueden adquirir AK-47 usados por tan solo seis dólares.
Imagen de dominio público de Ickybicky tomada de aquí.
Este texto fue publicado originalmente en la web www.suite101.net el 4 de abril de 2011.