Después de algún
tiempo sin escribir, vuelvo a acercarme a este rincón de la
blogosfera para hablaros de una película que vi el otro día en el
Festival de Cine de Gijón, dentro de su ciclo “Enfants terribles”,
en el que se programan películas orientadas al público juvenil.
Se trata de una peli
norteamericana del año 2014 titulada All the wilderness, escrita y dirigida
por Michael Johnson y protagonizada por el joven Kodi Smith-McPhee.
Esta película nos cuenta la historia de James, un chaval de mucho
talento para el dibujo, pero de personalidad depresiva e incluso
atormentada, que pasa los días dibujando animales muertos,
escuchando música clásica, especialmente de Chopin, y leyendo
poesía, con esporádicas visitas al psicólogo. Sin embargo, su vida
cambia gracias a dos encuentros: por un lado el que tiene con una
chica de la que se enamora, y por otro el que tiene con un chaval de
mucho talento para la música que le introduce en la noche,
mostrándole un mundo totalmente desconocido para él.
A partir de este
momento, James va conociendo el amor, la amistad, los celos… y
también se va conociendo a sí mismo y enfrentándose a aquello que
le atormenta.
La película, de
duración muy ajustada (solo 76 minutos) aunque de ritmo algo lento
para el público al que se dirige, tiene un trasfondo mucho mayor del
que parece a simple vista, por la dicotomía entre el mundo “diurno”
que James ya conocía, y el mundo de la vida nocturna que conoce
gracias a sus nuevos amigos, sirviéndonos en bandeja además la
reflexión sobre el futuro que pueden tener (o no) esos nuevos
amigos. Pero también nos deja un cierto desasosiego al darnos cuenta
de la dura situación vital de James, aunque también esperanza al
ver su toma de conciencia sobre su propia vida al llegar al final,
que es además un final abierto que nos deja con la duda de qué
habrá pasado después.
Además de todo
esto, la dualidad entre los dos “mundos” en los que se mueve
James se ve también gracias al recurso de la música, ya que la
banda sonora de la película, muy variada, sirve para subrayar las
diferentes características de cada uno de esos “mundos”, con una
música más pausada para las escenas “diurnas” y una más
agresiva para las escenas “nocturnas”.
Tal vez no sea una
película para todos los públicos, por la dureza implícita que
tiene al narrarnos la vida de su protagonista, pero, pese a todo, a
mí me pareció bastante recomendable.